2007-06-04

Nosotros, nuestro entorno, y la información

Hace poco he tenido la oportunidad de echarle un vistazo a unas jornadas para profesionales en el ámbito de la televisión. Por supuesto, parte del menú consiste en esos bien llamados "visionarios", que aportan sus ideas de lo revolucionario que va a ser el mercado mediático de aquí a una cierta cantidad de tiempo sin determinar (así cualquiera).

Más información, aún, dicen...

Actualmente ya recibimos al cabo del día más información de la que podemos procesar (yo por lo menos), y siempre hay que filtrar el grano de la paja, o simplemente aquello que nos llama la atención por una razón u otra. Este hecho ya es aprovechado por los publicistas ("ciclistas que distraigan..."), o cadenas de televisión (esos programas de "záping").

¿En qué queda entonces el objetivo de negocio de una televisión? ¿Qué tiene que aparecer en un informativo, ¿lo curioso o la información que de verdad necesitamos? ¿Qué garantías de objetividad tenemos? Lamentablemente, resulta más beneficioso darnos pizcas de impacto a costa del rigor o de la completitud. Por eso nuestros representantes políticos ya nos ahorran el esfuerzo de pensar dándonos todo hecho ("esto es malo porque, aparte de hacerlo nuestro oponente, está mal"). Para eso les votamos, ¿no? Para que piensen por nosotros...

Centrándonos en televisión, personalmente ya encuentro complicado moverme por la oferta actual de TDT, conocer programaciones o usar rápidamente un mando a distancia en el que los canales ya tienen dos dígitos. Ampliemos esta oferta al triple o cuádruple, y el control de lo que uno quiere hacer se escapa.

Por eso es necesario poder contar con un dispositivo que permite poder hacer frente a toda esa información de manera sencilla y fiable. Y de manera uniforme (que no tenga que aprender algo nuevo dependiendo de la marca del aparato que compre).

Hasta ahora mis experiencias en este ámbito se restringen a decodificadores satélite en los que más te vale contar con la guía del proveedor de servicios, y en aplicaciones SW como MythTV, que permiten acceder automáticamente al contenido deseado o la búsqueda exhaustiva habitual, proporcionando una guía en la que buscar por canal y hora.

Y los resultados son muy buenos, por parte del programa... y muy malos por parte de las emisoras. Del programa, otro día hablaré. De las emisoras: no hay ningún tipo de uniformidad, desde el dar una información completa y precisa de su programación, hasta el utilizar los campos "título", "subtítulo" y "descripción" correctamente, pasando por una indeseable indeterminación de la tabla de caracteres utilizada para enviar los caracteres especiales del español.



Sin uniformidad no se puede establecer un funcionamiento común, y nos estaremos perdiendo herramientas muy valiosas. Ejemplos: grabar un programa cada vez que se emita con sólo decirle el nombre, que sea capaz de distinguir entre diferentes episodios para no repetir la grabación...

En fin, que todavía nos queda creernos -y aplicar- las bondades de la tecnología más allá que como método para hacer dinero rápido. Saber de qué hablamos, y hacer bien las cosas de forma completa, y evolucionar con esas bases. Que ya está bien de que las empresas tecnológicas se mantengan por los becarios (temporales -mal pagados- o continuos -consultores-).

PD.- Dedicada esta entrada a aquellos que se han identificado con el último anuncio de CocaCola...