2004-11-18

Internet y la edad

Es curioso pensar cómo la sociedad (así, con minúscula) puede ser capaz de aprovechar los recursos que se ponen a mano.

Sin ir más lejos, en mi oficina llevamos una temporada en la que hemos recibido típicas hojas de cálculo que contenían cuestionarios sobre series de televisión, películas, canciones de los ochenta... Tiene narices, la verdad. Porque cuando uno empieza a ver en televisión los programas con los que disfrutaba de pequeño como si fueran material de archivo, entran verdaderos escalofríos... Que vamos, uno se imagina que habrá sido como con la última versión de "La guerra de las galaxias": excavaciones de búsqueda en pos de las cintas, proceso químico de recuperación de originales, remasterización digital y quién sabe qué más fue necesario para obtener las imágenes.

Pues en eso estamos, un grupo que se debate en la mitad superior de la veintena y algún otro de treinta y poquitos padeciendo las mofas de los primeros, juntándose alrededor de un ordenador señalando, no sin emoción, la pantalla con el dedo, nombrando en voz alta el personaje, autor, o el número de DNI (que por entonces no tenía letra) del actor de doblaje del dibujo animado en cuestión. En voz alta, no vaya a ser que no se le escuche y otro se le adelante, claro.

Curioso decía, pues... Ya que en un alarde de creatividad (y de nostalgia, no se nos olvide), alguien ha conseguido reunir la información, volcar las imágenes, transformar el tamaño, generar las preguntas, las respuestas, las rutinas... (¡oh, no! ¡Las funciones!) ...las funciones que comprueban los resultados, darle una apariencia atractiva, todo para que, saturando ligeramente los buzones de correo electrónico, a alguien se le escape una lagrimita y una sonrisa.

Si va a ser verdad eso de que Internet, bien aprovechada, nos vuelve un poquito más humanos... Eso sí, al propietario de la cuenta de gmail que me mande archivos mayores de 500KB lo pongo en mi lista de spam. El que avisa no es traidor.